En los cementerios de los países mediterraneos sobre todo, hay plantados cipreles. Es típico ver alrededor de estos cementerios los grandes cipreles haciendo sombra al ser tan altos y espesos.
Ello se debe por la longevidad del árbol, su hoja perenne y a no necesitar mucho cuidado. Soporta bien los cambios bruscos de temperatura durante el año y no varía su forma ni color (verde oscuro).
La altura del ciprés sirve como cortavientos al plantarse cerca de los muros del cementerio. Además al crecer su raíz de manera vertical y recta hacia abajo, esta no produce los posibles roturas que otro árbol ahí plantado causaría a las lápidas y otros ornamentos fúnebres.
Desde hace ya muchos siglos se utilizaban cipreses en los cementerios, en las antiguas civilizaciones griega y romana ya lo plantaban y atribuían toda una simbología alrededor de la muerte. Por la forma ascendente y frondosa del tronco hacia la copa de este árbol, se pensaba que encaminaba (según la mitología) las almas de los difuntos hacia los cielos.
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