Siempre se ha escuchado el mito de que a los ratones les encantan el queso, pero hace poco han descubierto que a los ratones no les gustan tanto el queso, sino que prefieren comer otro tipo de comida antes.
Y es que los ratones tienen un sentido del olfato muy sensible y determinados quesos emiten unos olores que son repulsivos para muchos de ellos.
Se ha descubierto que los ratones prefieren comer otras cosas antes como trocitos de fruta, semillas o alimentos dulces entre otros.
Se cree que este mito empezó cuando hace muchos años se veian marcas de dientes de los ratones en los quesos. Pero claro, un ratón con mucha hambre come queso, además de que son capaces de guardar semillas y granos en unas bolsitas que tienen al lado de la boca llamadas «abazones» que apenas se ven. Lo que podía ser que estuvieran guardando mejor el alimento que mas les gusta.
Es curioso que después de tantos años pensando que era verdad este mito, en realidad es totalmente lo contrario. ¡Todos los días se aprende algo nuevo!