El apodo de Pepe para aquellas personas que se llamen José, tiene su origen en la era del cristianismo. En aquella época los cristianos eran perseguidos así que inventaron una simbología para evitar que sean descubiertos sus objetos de culto y figuras veneradas.
Así a San José se le llamaba Pater Putativo, que la traducción del latín sería «padre aparente», y que por motivos de clandestinidad se abrevió a P.P, lo que de su lectura aparece el nombre de Pepe.
Existen casos similares con otros nombres, como el caso del apodo Paco al nombre de Francisco. Ésto es porque a San Francisco de Asís se le conocía como el Pater Comunitatis, siendo la traducción del latín «el padre de la comunidad», en el momento que fundó la orden de los Franciscanos.