Cada vez más, utilizamos los teléfonos móviles para comunicarnos con los demás. Pero, parece increíble cómo podemos hablar con otras personas con este pequeño aparato y sin usar cables… Pues bien, todo tiene su razón, a continuación lo explicamos
El mensaje se trasmite a través del aire por medio de ondas electromagnéticas.
Se necesitan dos partes para que el mensaje se transmita de forma correcta:
- Una red de comunicaciones (también llamado «red de telefonía móvil»), que está compuesta por un número de antenas repartidas por la superficie terrestre.
- Los teléfonos móviles, que son los que acceden a dicha red.
Así, tanto las antenas como los móviles son emisores y receptores de las ondas electromagnéticas.
Al hacer una llamada, la operadora reparte la señal en espacios o divisiones que forman una inmensa red de hexágonos (llamados células). Esta forma geométrica permite ocupar todo el espacio para posibilitar la trasmisión de señal correctamente.
En definitiva, cuando se hace una llamada a otra persona, la operadora conecta con su central de conmutación de la estación base más cercana, y la central busca al receptor de la llamada en la red de estaciones bases y conecta las dos estaciones bases emitiendo una alerta, aviso de llamada, al teléfono receptor.
En cada célula hay una estación base que será una antena con gran capacidad de emitir y recibir en ese hexágono de espacio, y cada una a su vez utiliza varios canales.
Si el receptor acepta la llamada los pone en contacto por un canal. Es curioso porque antigüamente, las viejas operadoras unían dos teléfonos mediante clavijas y la mayor parte del proceso se hacía de forma manual